¿Qué variedades de roscas existen y cómo aplicar el fijador?

Equipo editorial|3 Minutos de lectura

Una rosca se puede definir como el elemento de un tornillo que permite la fijación de dos elementos entre sí. Presenta una serie de estrías o fileteados que son los que permiten girar las roscas o enroscar los tornillos sobre un elemento fijo.


Tipos de roscas

Las roscas se pueden diferenciar por su diámetro, longitud, perfil y paso de rosca. Su clasificación no es sencilla ya que existe una gran diversidad. En cualquier caso, algunas de las más comunes son:

  • Roscas de paso grueso: la amplitud de las estrías es considerable. Se suelen utilizar en casos donde no se necesita excesiva precisión.
  • Roscas de paso fino: se utilizan para tareas más precisas, aportando mayor seguridad en la unión. Muy utilizadas en automoción.
  • Roscas de paso extrafino: la distancia entre estrías es muy pequeña. Ideales para uniones de piezas pequeñas, donde la precisión es clave.
  • Roscas de paso de ocho hilos: su paso está formado en ocho estrías por pulgada y se usan principalmente en tuberías hidráulicas y de gas ya que aguantan mejor la presión y son más eficaces a la hora de evitar fugas.
  • Roscas a derechas y roscas a izquierdas: las roscas a derechas efectúan el roscado de los elementos (pernos, tornillos, tuercas…)en el sentido de las agujas del reloj, mientras que las roscas a izquierdas lo hacen en sentido antihorario.

Por otro lado, según su perfil podemos encontrar:

  • Rosca métrica ISO: es la más utilizada y estandarizada. La forma de identificar la medida de cada rosca se hace con una M delante del diámetro nominal en milímetros. La norma se especifica en la norma UNE 17-702, siendo equivalente a la DIN 13 e ISO 261.
  • Rosca Withworth: se usa sobre todo en instalaciones de fluidos. Se identifica mediante el diámetro nominal en pulgadas precedido de W. Las dimensiones están definidas en la norma DIN 11.
  • Rosca trapezoidal: se designa con las iniciales TR antes de su diámetro exterior en mm. Especificada en la norma DIN 103. Se emplea en piezas que necesiten transformadores de giro, como en los husillos que se emplean en las prensas hidráulicas.
  • Rosca redonda: este tipo de roscas permite reducir las tensiones entre las superficies unidas, además de ser muy resistente y soportar grandes esfuerzos. Su gran inconveniente es que resulta complicada de encontrar ya que tiene un proceso de fabricación complejo. Está definida en la normativa DIN 405.
  • Rosca de dientes de sierra: denominada también rosca asimétrica, se utiliza cuando se necesita resistir a esfuerzos axiales elevados. Se identifica por una S seguida del diámetro nominal en mm. Se rige por la norma DIN 513.


Elegir y aplicar fijador de roscas


A un fijador de roscas se le exige que garantice la durabilidad de las uniones durante el mayor tiempo posible y que ofrezca una alta resistencia térmica y mecánica. Pero, más allá de eso, la sociedad actual demanda productos cada vez más respetuosos con el medio ambiente y con la salud de las personas. Es por eso que algunos fabricantes comercializan productos, como LOCTITE 2700 que, además de garantizar la durabilidad y efectividad de las uniones, destaca por estar exento de sustancias perjudiciales para la salud en su composición.

Estos productos se suelen clasificar según su resistencia (baja, media o alta, dependiendo de la fuerza que se requiera para su desmontaje) o su viscosidad, y son especialmente eficaces a la hora de prevenir la relajación y el autoaflojamiento de las roscas.

Cabe destacar que antes de proceder a fijar las roscas es muy importante preparar la superficie de forma adecuada. Sólo así tendremos éxito en la aplicación del fijador.

  • Se deben desengrasar, limpiar y secar todas las roscas antes de aplicar el fijador. Para ello se puede utilizar un spray multiusos o, si hay óxido, un aceite aflojatodo.
  • Si las piezas han estado en contacto con algún tipo de solución acuosa o fluido de corte se deben lavar con agua caliente.
  • Si se va a aplicar el fijador a menos de 5ºC se aconseja un tratamiento previo con el activador LOCTITE SF 7649.

Una vez seca la pieza, se aplica un cordón de unos 2 mm sobre la rosca, que se coloca en el orificio correspondiente de la forma habitual. 

Los fijadores de roscas, como LOCTITE 2700, garantizan la fijación atornillada con el paso del tiempo, algo fundamental para este tipo de uniones, pero, además, añaden un plus muy atractivo para el profesional del taller al no ser nocivos y no presentar riesgo.


Fuente: Blog Loctite Teroson


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